La importancia de la detección de situaciones de dificultad infantil es, sin duda, fundamental, debido a las circunstancias que concurren: los que la padecen, por ser niños, no son capaces de denunciarlo; quienes las infringen no acuden de forma voluntaria a buscar solución; y la detección de estas situaciones desde el exterior es difícil de realizar, dado el carácter privado de su escenario, lo que impide una intervención temprana.
Por ello, en el campo de la detección, es fundamental la colaboración de los distintos profesionales (maestros, educadores, psicólogos, médicos, diplomados en enfermería, trabajadores sociales, policías, etc.), que por trabajar en aquellos servicios e instituciones cercanas a la vida cotidiana del niño y la familia, ocupan un lugar privilegiado para observar y detectar la existencia de situaciones de dificultad o desprotección. Estos profesionales pueden realizar grandes aportaciones y es de suma importancia su colaboración en el abordaje de tales situaciones.